sábado, 23 de julio de 2011

El estudio del japonés y curiosidades de los kanji

Pues ya está todos los comentarios del blog respondidos. Al menos eso creo. Ahora sólo me falta hacer presencia por otras redes sociales (lease Facebook, Twitter, Tuenti, y esas cosas por donde no me paso desde qué).

Pero hoy quiero hacer una breve (Espero que breve) entrada idiomática. Sí, señores. Si hay algún amigo presente estudiante de japonés, esta es tu entrada, espero. Si por el contrario eres un familiar o amigo sin conocimiento ni interés en el japonés, puede que lo veas curiosa, pero poco útil. De todas formas, intentaré no meterme en camisas de once varas.

Para comenzar diré que son muchas las veces que tengo oportunidad de hablar con extranjeros que estudian español, ya sean japoneses, alemanes, holandeses, ingleses, franceses, y muchos ~eses. Con todos coincido que la nuestra es una lengua bastante pesada. En un princípio pensaba que toda la complicación radicaba en nuestras formas verbales y sus conjugaciones, pero es que después me he dado cuenta de que hay ciertas palabras que modifican los que les siguen y entonces tienen que decirse en indicativo o subjuntivo según el caso.

Eso es engorroso, y requiere de mucha práctica más que memoria. Porque aunque memorices unas fórmulas gramaticales, si no las pones habitualmente en uso, terminarán corrompiéndose en la memoria, o directamente olvidándose.

Cuando habla con japoneses sobre el estudio del japonés, todos tienen la concepción de que su idioma es muy difícil. Me dicen "El español es duro, pero el japonés es muy difícil ¿verdad?" a lo que yo, después de valorarlo unos segundos, respondo "No del todo. Es... bueno, no es difícil, difícil. Sobre todo si te resulta divertido".

Y estoy respondiendo con toda sinceridad. Pero no lo parece cuando de nuevo insisten.

"Si, es verdad. A mi me gusta el Español. Hace siete meses, cuando comencé a estudiarlo, no sabía lo divertido que era. Pero ahora me gusta descubrir cosas nuevas sobre el español. ¿Tú cuanto tiempo llevas estudiando japonés?"

"Eh... Bueno... No es que lo estudiara muy seguido, ni con un horario estable. Hubieron años en los que apenas lo toqué, y otros en los que entré en un curso, y... bueno... más o menos desde los quince que empecé a aprender el hiragana y katakana". (Hiragana y Katakana, dos de los alfabetos que tienen en Japón, basados en sílabas, no en vocales y consonantes como nosotros.)

Después de eso se me quedan mirando fijamente. Obviamente toda la conversación ha sido en español, y yo sería incapaz de hablar tan rápido como ellos y con tanta seguridad en japonés. Pero ellos (ellas, por lo habitual) sólo necesitan siete meses para poder defenderse perfectamente en un país extranjero.

¿Por qué?

Quizás porque con la gente que hablo estudian el español en una universidad, y diversas asignaturas sobre nuestra lengua muchas más horas a la semana de lo que ninguno de nosotros podamos tener en escuelas de idioma o clases particulares (A menos de que estés dispuesto a pagar a un profesor por veinticinco horas a la semana, y que haya profesor dispuesto a ello).

Pero realmente el problema vienen en el método de estudio del idioma.

Me explico. En el bachillerato yo cogí la rama de letras puras. Tenía Lengua Española, Ingles como segundo idioma, Latín, Griego clásico e Italiano como optativa. Aparte, estudiaba Japonés. Todas las asignaturas de idioma me resultaban terriblemente fáciles, y apenas tenía que estudiar para ellas. La única que me presentó problemas serios fue Inglés, que me dejó para hacer la selectividad en septiembre. ¿Por qué? Porque la profesora exigía que pudiésemos hablar ingles, pero nuestros métodos de estudio estaban dirigidos para practicas pasivas de la lengua (Escribir y leer), nunca escuchábamos ni conversábamos. Ni siquiera el examen de la selectividad te pedía eso. Pero esta profesora, en nuestro último año de bachillerato, nos exigió un nivel de pronunciación decente. Cosa que nunca habíamos estudiado en todos nuestros años de colegio e instituto.

Aún hoy día puedo entender perfectamente textos en ingles, y puedo escribirlos haciéndome comprender medianamente bien. Lo mismo me pasa con el italiano, que a mitad de curso ya podía leer páginas en italiano sin necesidad de diccionario y entendiendo la gramática sin problemas. El griego fue otro de los que me dio problemas, y el latín era como leer mi lengua madre.

Cualquiera dirá que lo que pasa es que las lenguas romanicas son sencillas para nosotros, y ya está. Pero en ese caso me resultaría igual de dificil leer o escribir en ingles. No. Lo que ocurre es que tenemos muchas facilidades para estudiar pasivamente, pero no tanto para hacerlo de forma activa. No hay nada que me advierta que la "u" de "busi" se lea distinto que en "but", pero lo hace, y nadie me lo ha pronunciado antes.

La única dificultad que presentó el griego para mi, fue al princípio, con la llegada de un nuevo alfabeto. Pero bueno, a mi me encantan los alfabetos raros, y a la semana ya estaba la complicación superada.

En Japonés debería ser lo mismo ¿Verdad? Con aprender hiragana y katakana, ya no debería haber problema. Pero no es cierto. En japonés sólo puedes leer textos dirigidos para niños de cinco años que únicamente usen esos dos alfabetos. El resto de los textos están en kanji (ideogramas) que tienen varias lecturas y muchísimos se diferencian unos de otros por una rallita aquí o allí.

La pronunciación es muy parecida al español, y las clases prácticas que se nos dan en el Centro Cultural Hispano Japonés en Salamanca nos hacen tener más confianza a la hora de hablar largo y tendido. El problema en este caso es el estudio pasivo: La lectura y escritura.

Al no poder leer más de quinientos kanji (habiendo tres mil) es muy rara la palabra en la que aparezca uno de los que yo conozco, y la frase en la que no hayan desconocidos es ya tarea dificil de encontrar.

En cuestión de escritura, nostros, al igual que los japoneses, tendemos a usar mucho los IPod, IPhone, ordenadores, y similares. En esos casos escribimos la pronunciación de la palabra y aparecen las difersas formas en las que podría ser escrita. Seleccionamo la que reconocemos y ya está, escrito. Pero nosotros no hemos hecho la práctica de dibujar cada una de las líneas del kanji, por lo que realmente no sabemos escribirlo, sabemos reconocerlo. Como cuando vemos unas acuarelas con el paisaje de nuestra ciudad. Podemos decir "Esa es Santa Cruz de Tenerife", pero eso no significa que podamos dibujarlo igual a llegar a casa.

Desde que estoy en Japón, me he dado cuenta de que reconozco los kanji con mayor facilidad que antes. Pero cuando me encontré que no recordaba cómo se decía una palabra e intenté escribirla, me di cuenta de que no podía. No me salía "el dibujo". Fue como intentar representar una casa y que pareciera un pozo.

Por eso últimamente aprovecho que invariablemente despierto de madrugada y sin sueño, entre las cuatro y las seis, depende de lo duro que fue el día anterior, y tomo un comic que tienen en la casa, copio diálogos con kanji, los busco, miro todas sus lecturas y significados, y traduzco. Así, en pocos días, y encontrándome luego esos kanji por la calle, estoy notando que mejoro tanto en la escritura como en la comprensión del idioma. Y poco a poco me voy soltando más.

También, poco a poco me voy dando cuenta de detalles curiosos del idioma.

  • Akachan (赤ちゃん) significa bebé. El primer signo (赤) es Aka, rojo. Lo que sigue (ちゃん) está escrito en el silabario hiragana, y se lee como chan, que es un subfijo cariñoso o cercano para las personas y podría ser sustituído por nuestros diminutivos. Así que literalmente podríamos decir "rojito". Se entiende que es porque los recien nacidos son rojos (o morados). Pero un japonés me preguntó si nosotros llamábamos "bebé" a nuestros akachan porque se pasan todo el día bebiendo del pecho de la madre. Le respondí que nó, aunque no tengo ni idea de la etimología de nuestra palabra.
  • Suteki (素敵) significa maravilloso, expléndido. Mirando el significado de los kanji, me dí cuenta de que el primero, (素) su, viene a significar elemental, primordial. Pero el segundo (敵) es el de enemigo, rival, adversario, oponente. Así que literalmente se podría leer como oponente básico o adversario típico. Pienso que en sus comienzos, suteki debía significar algo muy contrario a lo que actualmente es, o bien que antíguamente tener un enemigo de toda la vida era algo muy bien visto, cosa que dudo.
  • Mizushoubai (水商売) fue una palabra que no entendía y le pregunté a mi amiga su significado en medio del tren. Ella me pidió que evitara mencinarla en japonés y dijo que estaba bien si solo hablábamos español. Se escribe con el kanji de Agua (水), Negocio (商) y Vender (売). Yo entendía que podía ser un negocio de venta de agua, pero resulta que es el nombre que se le da a cualquier negocio de entretenimiento nocturno, de cualquier categoría, ya sean hombres o mujeres que venden su atención y conversación durante unas horas (¿Comensales de compañía?) o si habláramos de "llegar hasta lo último", como dijo ella. Esto me recuerdó a cuando estudiaba literatura española. Leyendo cantigas de amigo muchas de ellas se mencionaba el agua, y la profesora nos explicó que estaba relacionada con los placeres terrenales y los encuentros secretos, puesto que cuando las mujeres iban a aguar aprovechaban para verse con los novios. Así que cuando en un verso una chica le confesaba a su madre que estuvo en el río, se puede entender que estuvo limpiando la ropa o, de forma más picante, que ha tenido un encuentro con su amigo. Quizás en Japón la venta de agua alguna vez tuvo una connotación similar.
  • Fuuzokueikyou (風俗営業) es más o menos lo mismo que antes, pero sus kanji coinciden más con la interpretación que se le da. El primero que es el de viento (風), también significa conducta. El segundo (俗) es vulgar, ordinario, cotidiano. El tercero (営)  es negocio y el cuarto (業) es industria. Así que es "Industrias que negocia con las conductas vulgares".
 Me gustaría seguir hablando, pero mi amiga acaba de regresar del trabajo, y hoy vamos a hacer "fiesta de comida intercultural". Yo tortilla de papas, que parece que le encanta, y ella un plato que no he entendido muy bien en qué consiste.

Ya habrán fotos, tranquilos.

Así que por más que diga que mi aprendizaje es lento, y que no se puede dominar el japonés sin muchos años de estudio, insistiré en que no es "difícil", pero no nos defenderemos con él en siete meses. Eso queda por descontado.

2 comentarios:

LaWi dijo...

Lo del mizushoubai lo entendí por los libros que he leído sobre geishas y sobre la historia de las geishas y sus diferencias con las prostitutas. Todo lo demás ha sido nuevo e interesantísimo ^__^

P.D: Estos días he podido conocer a Marc Bernabé, no sé si lo conoces, el creador de Japonés en Viñetas.

Tomomi dijo...

¿Mizushoubai aparece en esos libros? Vamos, algo he leído yo, pero no me acuerdo de ningún término importante. Difícilmente me acuerdo del nombre de los protagonistas... Buena nipofílica estoy hecha.

¿Quién dices? ¿Marc Bernabé? Umh... Espera... ¿Me suena? No sé. Quizás mi compañero de piso tenga algún libro con su nombre en la portada. Ah, y ahora que lo pienso también puede tenerlo un amigo. No, espera, dos. Oh, y... oh, sí, creo que caigo. Es posible que yo también tenga algo suyo.

(¬_¬) No te envidio ni nada ¿Eh?

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