viernes, 15 de abril de 2011

Curiosidades: El día de descanso

Muchas veces cuando le pregunto a un japonés qué es lo que más le choca de España, me dicen nimiedades para quedar bien. Cosas como que al saludarnos nos demos dos besos (depende de la región), o que seamos tan cercanos (también depende de la región. Que para ellos los norteños serán cercanos, pero para mí me dejan fría con su distancia de seguridad y sus caras serias). Pero nunca se mojan diciendo cosas que podrían llegar a considerarse ofensivas en algún contexto. Por ejemplo, muy pocas veces me han sacado el tema de la impuntualidad de buenas a primeras. Sí, lo han hecho, pero como algo que no hayan comprobado y alguien a quien no recuerdan se lo ha dicho. Vamos, que podría ser un rumor sin fundamento. Ellos no saben, ¿Eh?

Luego, con el tiempo y un par de copitas van cogiendo confianza. Entonces sí que puedes escuchar que los españoles somos realmente vagos. Ya sin el “podría ser”, “no lo sé pero...”, “quizá”, “He oído...”. No. Ahora en serio. Vagos no, lo siguiente. No sólo por eso de llegar tarde a los sitios, dormir la siesta y esforzarnos los justo y necesario para los trabajos, sino que también está el asunto del domingo.

En Japón los domingos son al igual que en el resto del mundo (creo) un día de descanso para pasear con la familia o la novia, pero también para hacer compras, compras y más compras. No hay ni una sola tienda que se precie que cierre los domingos. Supermercados, mercerías, concesionarios, charcuterías, zapaterías, tiendas de ropa... Todo está abierto.

Yo deduzco que la mayoría de las personas que trabajan en turno de domingo serán solteros, porque sino no entiendo cómo juntan una cosa con la otra. Porque es cierto que el día de descanso se lo trasladan a otro día, pero si tu pareja trabaja de lunes a sábado y tú de domingos a viernes, van a tener aún más problemas para verse de lo que ya de por sí es normal en Japón.

Ellos dicen que en España al principio les toma muy por sorpresa eso de salir un domingo por la mañana a pasear, comprar cosas bonitas y ver qué almuerzan, y descubrir que sólo las panaderías y los restaurantes/franquicias de comida rápida, están abiertos. Ciertamente en las zonas turísticas siempre hay una tienda con sevillanas y toros que abra para los turistas, pero lo que es una tienda de verdad, no.

Luego, más tarde, se acostumbran a hacer el viernes la compra gruesa del fin de semana, y salir a pasear con los amigos como todo hijo de vecino español, o a un beber relajadamente un café con toda la tarde por delante para no hacer nada junto a la persona que le hace sentir mariposas en el estómago. Ya saben, lo típico.

Algunos con los que mantengo el contacto aún cuando se han ido de España y ya se están haciendo de nuevo a su antigua vida, me confiesan que aunque siempre se quejaban de que los españoles teníamos más fiestas, descansos y días ociosos de lo que es razonable, desearían poder hacer ese tipo de vida. Otras cosas de Japón no las cambiarían.

Por ponerles un ejemplo. Conozco a un chico que tenía novia. Su vida consistía en dividir de lunes a viernes el día entre universidad y trabajo. Los sábados limpiaba y estudiaba por la mañana para por la tarde noche volver a trabajar. El domingo lo dedicaba por entero a salir con su novia a comprarle ropa e invitarle a comer en restaurantes caros.

Se podría decir que lo que tenía era una relación de domingos. Después de un tiempo la chica le dejó y él sospecha que fue porque no tenían una verdadera relación. No se conocían realmente. Según él, no le dedicaba el tiempo necesario, al parecer.

¿Significa eso que todas las relaciones de Japón están abocadas al fracaso? Supongo que no.

Vamos, también conozco el caso contrario, el de una chica que tiene una relación increíblemente unida a su novio a pesar de ser aún menos que una relación de domingos. El chico trabaja al norte de Tokyo y ella estudia y vive en Nagoya (Para entendernos, en coche sería como ir de Madrid a Granada y seguir de largo hasta tocar el Mediterráneo). Se ven cosa así de una vez al mes, cuando él tiene tiempo libre y se siente con fuerza para darse el viaje de ida y vuelta. Que cinco horas de ida y cinco horas de vuelta en el mismo día, no son una tontería. Pero aún así hablan prácticamente todos los días y no hay nada que no sepa el uno del otro.

En resumen, otra prueba más de la vida estresante que llevan los japoneses. Aún así, si estás acostumbrado desde pequeño a que eso sea lo normal, no es tan terrible. El problema es a la hora de que los extranjeros se habitúen.

Yo me declaro incapaz de adaptarme a ese ritmo, y aún menos a tener una relación basada en llamadas telefónicas a deshoras para decir “Cariño, de verdad que te quiero un montón, pero apesto a los fritos del McDonnal y ahora mi mayor deseo es darme una ducha e irme a la cama. Ya te escribo mañana un mail nada más me levante, si eso. Buenas noches”

¿Y ustedes? ¿Podrían?


Créditos:

1ª Foto.

Fotógrafa: Mi vecina, a la cual pueden ver en el post del onigiri, con cara de tonta. Si es mentada de aquí en adelante, su nombre artístico es Mourad, pero para abreviar le diremos Mora por cosas que ella sabe.

Mano de la fanta: Mi otra vecina. A la que llamaremos Garta de vez en vez, y con más frecuencia La Garta. Que sé que a ella le gusta.


Mano de la tónica: Yo, a la que pueden llamar Tú, si place.

2ª foto:


Cartel risible cortesía de la tienda risible, también conocida como El Arco de Anibal, junto a la rivera.


Señora desconocida en el papel de Señora que Pasaba.

La tomé en un paseo de domingo con dos amigos nipones. Como era muy vistoso andar explicándoles cómo se malentendía el anuncio del tablero de la giri-tienda, le saqué foto y se lo expliqué ya relajadamente en casa.

De todas formas, por si acaso alguien lo duda. En la tienda venden el dulce conocido como Yemas de las Monjas, y, a parte, bebidas frescas de todos los gustos. Nada de Yemas de Monjas borrachas ¿Eh?

2 comentarios:

LaWi dijo...

Oh qué bien, la otra vez que entré a tu blog estaba en blanco, ya veo que eso se terminó ^__^Pues otro blog a seguir. Este post en cuestión me hizo mucha gracia por lo de "Sí, lo han hecho, pero como algo que no hayan comprobado y alguien a quien no recuerdan se lo ha dicho. Vamos, que podría ser un rumor sin fundamento. Ellos no saben, ¿Eh?". Qué sutiles son!

Tomomi dijo...

Ya ves. Es que no me puedo contentar con la breve caja de texto del FB o el Twitter. Yo necesito expresarme a lo grande. :P
Sino pregúntale a Kude, que ya sabe que Sakka + Blog = ¡Huyan!

Además, no hay semana que no ocurra algo curioso con un japonés, y en algún lugar tengo que dejar constancia de ello. Ya verás cuando cuente lo de la crema solar. Ya verás.

No todos los japoneses son tan "sutiles", pero la mayoría guardan las formas hasta que son amigos, amigos, o hasta que el alcohol habla por ellos.

Publicar un comentario

 

Copyright © Las cosas de Japón 日本のこと. Template created by Volverene from Templates Block
WP by WP Themes Master | Price of Silver